El 18 de febrero de 2011, el Ayuntamiento inauguró el pabellón de Deportes Bembibre Arena, un espacio multiusos llamado a ser la sede de la Feria Agroalimentaria del Botillo. En el acto participó el entonces Vicepresidente Tercero del Gobierno, Manuel Chaves.
La Secretaría de Estado de Turismo, dependiente del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio del Gobierno de España, acordó este día otorgar al Festival del Botillo de Bembibre el título de Fiesta de Interés Turístico Nacional.
Con un marcado carácter simbólico, Bembibre llevó su emblemático embutido hasta Cabo Verde, en el marco del protocolo de hermanamiento entre la villa del Boeza y la Cámara de Sâo Domingos. Fue el primer Botillo internacional.
Pocos meses después de conseguir el Blasón de Plata llegó el reconocimiento institucional más importante hasta la fecha: el Festival del Botillo pasaba a ser considerada como Fiesta de Interés Turístico Regional.
Es el primer reconocimiento importante que valora la repercusión turística del Festival el año anterior. Fue el primer paso para conseguir una declaración turística de mayor calado en ámbitos regional y nacional.
Esta iniciativa surgió con ocasión de la vigésimo octava edición del Festival Nacional de Exaltación del Botillo de Bembibre. Se presentaba como una actividad paralela para enriquecer el evento gastronómico de la villa del Boeza.
Una vez más, los problemas de espacio derivados del creciente interés por el Botillo fueron determinantes para sacar la cena de gala fuera del Restaurante. Por aquellos entonces, participaban en la misma cerca de un millar de personas.
El Patronato Municipal de Fiestas fue constituido por diversos colectivos y representantes municipales. Entre sus cometidos se encuentra la organización del Festival del Botillo.
Durante los años 1988 y 1989 hubo actividades culturales puntuales que culminarían en 1990 con la reinstauración y consagración de la Semana Cultural del Botillo.
Con un interés creciente por participar en los actos del Botillo, y el limitado espacio en la cena (que, por aquellos años, ya contaba con cerca de 800 asistentes), los organizadores del Festival Nacional de Exaltación del Botillo optaron por un desdoblamiento de los actos.
